El propósito de la desratización es establecer las acciones para llevar a cabo el control de roedores, salvaguardando la seguridad y salud del personal en campo.
El alcance de este procedimiento puede ser aplicable en todas las instalaciones del cliente tanto como áreas internas y externas según lo requerido. La ejecución de esta actividad será efectuada por los Técnicos capacitados bajo la dirección del jefe de operaciones.
Métodos de control de roedores
Los métodos de control pueden ser físico (mecánico), químicos o inclusive biológico, o una combinación de ellos; dependiendo de:
Control Físico:
Los adelantos en las trampas han hecho que este método de control sea el más efectivo comparado con el método de cebo o carnadas dentro de las construcciones. Sin embargo, el uso de cebos o carnadas fuera de las edificaciones siguen dando excelentes resultados si se emplean adecuadamente.
Las trampas son el método preferido dentro de las construcciones porque es más ventajoso que el uso de venenos. Las trampas son consideradas seguras ya que no emplean ningún material tóxico, dan resultados rápidos y permiten deshacerse de los cuerpos apropiadamente evitando los insectos y olores asociados con roedores muertos.
Ocasionalmente, puede ser necesario cambiar los lugares de las trampas para adaptarse a los cambios en el comportamiento del roedor.
Cuando hay muchos roedores, las trampas deben colocarse juntos o concentradas en un área para reducir rápidamente la población y tener la oportunidad de capturar a aquellos roedores cuyo territorio está restringido a un área pequeña debido a la cantidad de roedores en su alrededor.
Control de Químicos:
Es el uso de compuestos químicos (rodenticida), los que pueden ser:
Uso de Pellets o Bloques parafinados
Estos rodenticidas vienen preparados para utilizarse directamente; sólo para hacerlo más atractivo a los roedores se pueden mezclar con una cantidad igual de cereales (arroz, trigo, avena, sémola y azúcar).
Los operarios llenan los cebaderos o envases plásticos el cebo en una cantidad de 10 a 20gr., identificándolos con una señalética que indique la palabra “veneno”; se colocan a intervalos según lo especificado en la ficha técnica de producto o según el lineamiento de alguna norma y pegados a los zócalos de la pared, porque los roedores se desplazan paralelamente a las paredes.
Se reponen los pellets que han sido consumidos; este proceso se repetirá algunos días, hasta que la rata ingiera la cantidad suficiente del veneno para intoxicarse y morir por anemia, esto ocurre entre los 3 a 10 días.
Se recogerán las ratas muertas y se disponen en bolsas herméticas para ser trasladados al centro de operaciones de WISANEL.
Cumplir con los requerimientos y buscar soluciones frente a las necesidades.
Forma parte del cambio, nuestra amplia experiencia en los diferentes sectores nos respaldan.